Artículo - cultural
Narración de corte histórico.-
Cuenta
un caballero de extirpe hidalga de la región extremeña de esta nuestra tierra
que es España, donde se acunan y forjaron hombres valientes curtidos por el
hambre, el frío , el trabajo y el amor a su patria a la cual dieron gloria y
honor con su sangre, ganando para sus reyes más tierras que heredaran de sus
padres y abuelos, aunque no siempre fueran reconocidos sus sacrificios ni la
penuria que la fama conlleva, porque detrás de cada hombre/a pienso que
hay una vida que encierra muchas veces mas penas que gloria y alegrías, y que cuándo rumia en
Soledad sus vivencias encuentra la paz o
la locura en ellas, o de lo contrario se lanza al precipicio como han hecho
hombres brillantes falsos FILOSOFOS, también los hay que nunca piensan, esta es otra forma de ir a la fosa sin saber
quien a vivido dentro de ellos, confieso que nunca me encontré en el sociograma
de estos tales soy animal que le gusta rumiar sus penas y sus alegrías, aunque
muchas veces aflore a mis ojos las lagrimas que son como la madurez y el
bálsamo de todo lo esencial de una vida esta es la mía:
Este
hidalgo relata el acontecimiento de esta forma:
Estando por
estas tierras extremeñas de montería el Emperador Carlos I de España y quinto
de Alemania, sucedió que hiriendo de muerte a un venado lo persiguió hasta que cayó muerto a
la vera del camino por el cual venia un labriego con su jumento al pueblo,
después de hacer su jornada de trabajo como buen cristiano y como reza la
máxima “ ganaras el pan con el sudor de tu frente ” era por el
mes de noviembre del año de
gracia del Señor de 1522, y el sol ya
era ido y el véspero traía el frescor de la noche.
El Emperador
Carlos, frenando su caballo regiamente al mismo tiempo que picaba espuela para
templar su cabalgadura aguardaba sereno viendo acercarse al labriego hasta
llegar a su altura donde yacía el venado muerto, y con el orgullo que le
caracterizaba al Sire, dado a su corta edad y al mucho poder humano que su
persona atesoraba y sabedor el de todo ello, aunque no falto de sentimientos no
en vano siempre hecho a faltar el cariño de su padres, pues desde muy joven se
había quedado huérfano, criándolo su tía Margarita regenta de los países Bajos,
y abordando al labriego sin ninguna reserva, pues por su aspecto no infundía
ninguna rivalidad. El le dijo, ¿Buen hombre decidme por vuestra edad y por
vuestro honor cuantos reyes habéis conocido y cual de ellos según vuestra
opinión fue el mejor y cual de ellos fue el peor?
El labriego prudente y curtido por
los años, el trabajo y los desengaños,
después de un rato de reflexión y en un tono de madurez, dijo por mi edad he conocido seis reyes
conocí siendo niño al rey Don Enrique III de Castilla, en mi adolescencia
conocí a su hijo Juan II, en mi juventud conocí al hijo de este Enrique IV, a
Don Fernando V de Aragón y Castilla ( el rey católico) lo conocí en mi
virilidad, y a su yerno Don Felipe I el Hermoso lo conocí en mi senectud, y al
hijo de este que es el Emperador Carlos que ahora tenemos lo he conocido ya en
esta mi ancianidad.
Sin que haya
lugar a dudas según yo creo, el mejor de todos fue el rey Don Fernando, apodado
por sus virtudes el Católico, y el peor de todos es este Carlos que ahora
tenemos que nunca esta en España y que nos carga de impuestos, el Emperador
escuchaba al labriego muy atentamente y al terminar de hablar el labriego, el
Emperador dirigiéndose al labriego le
dijo:
Decid verdad buen hombre, le respondió el
Monarca, Yo soy ese Carlos que vos
decís, y vuestra sinceridad os ha hecho acreedor del venado, cargarlo en
vuestro jumento y llevároslo y en adelante tomare en consideración vuestras
palabras las cuales no me ofendieron,
todo lo contrario fui yo el que os las pedí.
El Emperador
quiso morir en España a la cual amo más que a ninguna de sus tierras y si al
principio cometió algunos errores supo también corregirse de ellos y
reconocerlos, y dejo escrito en su testamento de que todos sus hijos fuesen
educados en el reino de España como así se cumplió.
El Emperador
cuando abdico se retiro al monasterio de Yuste, y que el había mandado
construir para su vejez y en el cual murió agarrado al crucifijo de su esposa
Isabel de Portugal, y clavando sus ojos en el cuadro de LA GLORIA pintado por
Tiziano, entrego su alma a Dios.
Hay que decir
que si el Emperador tuvo antes de casarse hijos, solo reconoció a su hija
Margarita, la que tuvo antes de casarse con Doña Isabel de Portugal, y en su vejez reconoció a otro de sus hijos
naturales el que fuera Don Juan de Austria, y que por orden expresa del
Emperador mando a su hijo Felipe II, que a su muerte fuera reconocido por las
cortes de España por aquellas calendas que estaban Valladolid como así este
hizo.
También un
servido estuvo de colaborador con seis mandos en SEAT, y por la proximidad que
tuve a ellos puedo también tener una opinión de
cual fue el mejor y cual fue el peor según mi CRITERIO, de todos ellos guardo algunas de sus palabras,
las cuales he meditado.
El Doctor y el paciente *
“A DON IÑAQUI GURRUCHAGA”
Bruscamente
recibido
lo
encontré en la lejanía
pues
no le tengo manía
deseo
que sea bien venido.
Doctor
y administrativo
al
servicio del paciente
le
deseo mucha suerte
por
tratarme a lo vivo.
Tienes
ganas por llegar
y
hacer valer tu librillo
como
nuevo maestrillo
antes
lo ha de demostrar.
Aplicar
el conocimiento
del
tarro de tus neuronas
como
“Galeno” con ganas
convenciendo
con talento.
Caminare
una hora diaria
hasta
que yo me muera
cubierto
con salmuera
quien
esto dijo no reía.
Hasta
entonces contundente
la
vida difícil y dura enseña
a
poner buena contraseña
al
principio como el valiente.
Esta fue la primera entrevista a
mi nuevo médico de cabecera, pues en la primera entrevista salieron chispas hoy
ya nos conocemos y hemos hecho las paces, pero el primer día fue todo una
batalla y aquí nació este POEMA que yo le entregue personalmente, como veréis
estos POETAS de tres al cuarto cuando se enfadan, también les sale la mala uva
del genio.
El genio y el ingenio y el mal
GENIO, casi siempre tienen raíces comunes.
A Domenico Teotocopulis, ( El
Greco) le llegaron unas monjas para que tasara un cuadro de uno de sus
discípulos llamado Luis Tristan, por creerse que este les había engañado en el
precio de venta y cuando estas le dijeron el precio por el cual habían comprado el cuadro, a Don Domenico ,el
maestro cogió un palo y empezó a darle palos a su discípulo, entonces ante la
gravedad del caso las monjas dijeron por Dios Don Domenico no pegue mas a don
Luis por haberse pasado en el precio, entonces el maestro dijo si le pego
porque esta tirando su ingenio por el suelo el cuadro vale el doble del precio
que sus mercedes han pagado por el, entonces el bueno de don Luis dijo páguenme
sus mercedes el precio acordado. Así es
como el problema quedo zanjado.
¿Pregunto?, y me pregunto a mí
mismo en este instante que es la MEMORIA por que estas historietas medio
imaginadas y leídas en mi niñez ahora salen con el adorno y la prosa que yo
quiero ponerles para hacerlas más sabrosas a mis con TERTULIOS.
Esto no digáis que no me ha
quedado bien, porque es un bizcocho que yo os pongo en los labios para que lo
degustéis como vosotros merecéis. Siendo personas de fino paladar.
Mucho Cuidadín , Cuidadin ,
cuando veáis a papa NOEL bailando, no
sea que os de la idea y os pongáis a bailar vosotros también, pues es mejor que
entréis al INTERNER y pongáis cuatro letras para los amigos, vamos o es que
estáis muy atareado.
Del poeta de Belmonte
30-12-05
No hay comentarios:
Publicar un comentario