Mucho se nos ha hablado de la soledad, pero esto hay que explicarlo bien, porque una persona no llega avenirse a ella sino después de haberla tratado mucho y en muchas partes.
La soledad nos puede llevar a la locura cuando nos viene encima si desearla, pero muchas veces esta, la soledad; nos viene impuesta por una serie de circunstancias inesperadas, y entonces hemos de salir a su encuentro y recibirla con agrado, y de esta forma se nos hará más fácil tolerarla hasta que aprendamos a convivir con ella.
Un modelo a seguir son los pastores de alta montaña, estos hombres viven largos meses sin hablar con nadie, solamente les acompaña su perro o sus perros, y al final llegan acostumbrarse a esta vida, también es preciso de tener cierta salud.
Ya lo dicen los libros sagrados, que el que esta solo si se cae tiene que levantarse solo, es por lo tanto una vida dura esta de vivir en soledad, pero es indiscutible que por otra parte da lugar aquel individuo mida bien su fuerzas.
La soledad nos enseña a ordenarnos la vida y a coger ciertos hábitos que a la larga son los que nos llevan a buen puerto.
La soledad cuando es buscada y aceptada es un regalo esta te da tiempo para todo lo que tú quieras hacer dependiendo de tus fuerzas. Y cuando esta soledad viene acompañada de la vida espiritual en CRISTO es un regalo y como decía aquel, es igual como degustar miel con hojuelas.
La soledad nos prepara día a día para estar a punto de pasar a la eternidad con el gozo queda la santidad, no todos los hombres entiende esto por muy buenos que sean, los hay que gustan estar entre las ollas de la cocina, porque su naturaleza así se lo pide. Y ellos encuentran más paz entre las gentes que conviviendo ellos con su espíritu.
ResponderEliminarLA SOLEDAD
Mucho se nos ha hablado de la soledad, pero esto hay que explicarlo bien, porque una persona no llega avenirse a ella sino después de haberla tratado mucho y en muchas partes.
La soledad nos puede llevar a la locura cuando nos viene encima si desearla, pero muchas veces esta, la soledad; nos viene impuesta por una serie de circunstancias inesperadas, y entonces hemos de salir a su encuentro y recibirla con agrado, y de esta forma se nos hará más fácil tolerarla hasta que aprendamos a convivir con ella.
Un modelo a seguir son los pastores de alta montaña, estos hombres viven largos meses sin hablar con nadie, solamente les acompaña su perro o sus perros, y al final llegan acostumbrarse a esta vida, también es preciso de tener cierta salud.
Ya lo dicen los libros sagrados, que el que esta solo si se cae tiene que levantarse solo, es por lo tanto una vida dura esta de vivir en soledad, pero es indiscutible que por otra parte da lugar aquel individuo mida bien su fuerzas.
La soledad nos enseña a ordenarnos la vida y a coger ciertos hábitos que a la larga son los que nos llevan a buen puerto.
La soledad cuando es buscada y aceptada es un regalo esta te da tiempo para todo lo que tú quieras hacer dependiendo de tus fuerzas. Y cuando esta soledad viene acompañada de la vida espiritual en CRISTO es un regalo y como decía aquel, es igual como degustar miel con hojuelas.
La soledad nos prepara día a día para estar a punto de pasar a la eternidad con el gozo queda la santidad, no todos los hombres entiende esto por muy buenos que sean, los hay que gustan estar entre las ollas de la cocina, porque su naturaleza así se lo pide. Y ellos encuentran más paz entre las gentes que conviviendo ellos con su espíritu.
Del poeta de Belmonte